El Cerrito de la Virgen de Hermosillo


Fernando Andrade Domínguez

En su edición correspondiente al mes de Septiembre del año 2000, me encontré un articulo publicado en la Revista Denver Catholic Register de Denver Col., U.S.A. que titulaba:

El amor que se tienen unos a otros fue lo que más impresionó a seminaristas de Denver en la Ciudad de Hermosillo, en el Estado de Sonora en México”.

Patrick Reidy y José Saenz, ambos del tercer año en el Seminario San Juan María Vianney de Denver, Colorado, tuvieron la oportunidad de viajar este verano a México con la finalidad de realizar su experiencia apostólica como parte de la formación para el sacerdocio. Tanto Patrick como José hablan perfectamente el español, requisito importante para poder realizar una mejor labor entre los hermanos mexicanos.

“El amor que se tienen el uno por el otro y el amor que se tiene por todos es lo que los impresionó. Llegar a México o a cualquier parte de Latinoamérica, es como llegar donde esta tu familia. Hubo días – cuentan los seminaristas – que visitaron a los enfermos, a bordo de una bicicleta, llevaron la comunión, ofrecieron sacramentos, realizaron peregrinaciones al “Cerrito de la Virgen”.

Una de las características más marcadas del pueblo de Hermosillo, es el profundo amor y devoción que profesan a Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de las Américas.José y Patricio realizaron varias peregrinaciones al “Cerrito de la Virgen” y al preguntarles como se llamaba el “Cerrito de la Virgen”, su respuesta fue… “Ese es el nombre… Cerrito de la Virgen”, ellos fueron con jóvenes, niños y adultos a rezarle a la imagen pintada en una gran piedra en medio del desierto de Hermosillo. La caminata desde el pueblo hasta el cerrito les tomaba un poco más de dos horas.

¿QUIÉN PINTÓ LA IMAGEN DE LA VIRGEN MORENA?

Los seminaristas comentaron que la imagen de la Virgen Morenita en la piedra, fue pintada por un ex convicto. Se cuenta que mientras el estuvo en la cárcel, le rezo a la Virgen para que lo salvara de la prisión y si así sucedía pintaría la imagen en una piedra del pueblo de Hermosillo. Así fue, y la tumba del ex convicto se encuentra a los pies de la pintura en la piedra.

Todo lo anterior me llamó la atención, no es más que el producto de las historias, comentarios equívocos que va pasando de boca en boca en el pueblo, artífice de algunas leyendas que circulan por todas partes, por lo que a continuación me voy a permitir llevar a cabo una narrativa basada en los sucesos tal y como sucedió producto de los datos, documentos, recuerdos familiares y la historia de boca de uno de los hijos del artífice que llevo a cabo tan noble acción el Ing. José Luís Jordán Hernández que tuvo a bien proporcionarme la información que enseguida consignaré.

GUILLERMO JORDAN ENGBERG: EL AUTOR DE LA PINTURA

El personaje autor de la pintura de Nuestra Señora de Guadalupe pintada sobre la ladera de un pequeño macizo pétreo a la salida Sur de la Ciudad de Hermosillo, efectivamente a casi dos horas de camino a pie y escasos 15 minutos en auto, es el Sr. Guillermo Jordan Engberg.

Antecedentes:

EL Sr. Harry A. W. y Mary Petrea , casados, nativos de Dinamarca emigraron a los Estados Unidos de Norte América y temporalmente radicaron en Santa Bárbara, California, en donde nacieron sus hijos: Ricardo, Guillermo y Eduardo, Guillermo Jordan Engberg nació en Santa Bárbara, California, U.S.A., un 24 de diciembre de 1916 y cuando sus padres emigraron a México, en el año de 1922, apenas contaba con 6 años de edad.

Contratados por el Ferrocarril South Pacific en Empalme, Sonora, aprendieron el español cuando su papá fue Jefe de Pintura del Ferrocarril. Al ser sindicalizada la empresa, los extranjeros quedaron fuera, existe el antecedente de que hasta la fecha en Empalme, Sonora, todavía esta en pie una colonia fundada por el padre de nuestro personaje y es la Colonia Jordan; la necesidad lo envío a encontrarse con su destino, partiendo a Navojoa, Sonora., lugar en que Guillermo aprendió todo lo que su padre le enseño, el oficio de pintura, carpintería, electricidad, etc.

En el año de 1937 a los 21 años, Guillermo Jordan Engberg contrajo matrimonio con la Srita. Rafaela Hernández Chavez de cuyo enlace nacieron sus hijos: Guillermo Reynaldo, Mirna Esthela (finada), Carlos Mario, Rosa Martha, Maria Elba, Javier Enrique, José Luís y Rolando Rafael Jordan Hernández.

Con la finalidad de conformar una empresa, Guillermo, allá por el año de 1950, se trasladó a Hermosillo en donde se estableció con un taller pintura en general, carpintería y taller de bicicletas, que siempre significaron su pasión.Ya establecido en la ciudad capital, viniendo por carretera del Puerto de Guaymas, en el mes de marzo de 1957, encontró el lugar que con anterioridad había buscado para pintar la imagen de la Virgen de Guadalupe, lugar identificado como el Cerro de las Víboras y rápidamente en el mes de abril de ese mismo año, previa labor de acondicionamiento del lugar y en compañía de los Sres. Jesús López (“El Cheve”), Jesús López (“Companichi”) y Manuel Aldecoa (“El Chino”), trazó la imagen de 12 metros de altura y 3 metros de ancho, que el mismo día quedo pintada, obra por la que nadie le pagó un solo centavo y que el elaboró con mucho gusto y cumpliendo un deseo largamente acariciado.

La Virgen de Guadalupe en el «Cerrito de la Virgen» fue pintada por: Guillermo Jordan Engberg en Abril de 1957.

Ayudaron en la obra: Jesús «Cheve» López, Jesús «Companichi» López y Manuel «Chino» Aldecoa

Guillermo Jordan Engberg trazó una trayectoria ejemplar, honesto, honrado, trabajador muy emprendedor siempre será recordado no nada más por su pintura de la Virgen de Guadalupe, es muy meritorio el que se haya dado a la tarea de experimentar y encontrar un tipo de pintura que fuera más duradera y utilizarla en la decoración de la fachada exterior del Museo y Biblioteca cuando obtuvo el derecho de llevar a cabo tal empresa en donde se hacia necesaria un recubrimiento que aguantara el extremoso clima de este entorno, ya que pintarla cada año significaba una labor muy complicada por la altura y dimensiones del inmueble.

La Patria le envío su reclamo y en el año de 1965 decide volver, fijando su residencia en Culver City, California, y en compañía de su hijo mayor Guillermo Reynaldo Jordan Hernández, integran una empresa de Pintura, Anuncios de Plástico y Gas Neón. Al poco tiempo fue contratado por la Compañía Hughes Aircraft como Jefe del Área de Mantenimiento de Pintura hasta el año de 1980 en que ya el peso de los años reclamaba un poco de descanso a los 64 años de edad.

Cada año el día 24 de Diciembre regresaba a México a repintar la imagen de la Virgen Morena, no permitiendo que fuera otra persona la que realizara la tarea, mientras el estuviera vivo y pudiese llevar a cabo algo que consideramos fue una “manda”.

Su regreso a la Ciudad de Hermosillo fue en el año de 1984 en donde estableció una empresa fabricante de marcos de madera en pequeña escala que tuvo éxito como todo lo que realizaba Don Guillermo, durante un tiempo le dedicó sus cuidados hasta que nuevamente se regresa a los Estados Unidos a radicar a la ciudad de Tucson, Arizona, U.S.A., lugar en que fallece víctima del cáncer el 31 de Julio de 1999 a la edad de 83 años.

Su última voluntad estando hospitalizado en el Tucson Medical Center fue decirle a su hijo José Luís que su cuerpo fuese cremado y sus cenizas depositadas en una formación natural de la roca a los pies del altar de la Virgen, deseos cumplidos a cabalidad por su esposa, hijos y nietos.

Las cenizas de Guillermo Jordan Engberg, descansan a los pies de la Virgen de Guadalupe

Esta es la verdadera historia del Cerrito de la Virgen, primera en ser plasmada sobre la roca en un lugar que se ha significado cada año y en cuyo altar cada 11 y 12 de Diciembre es el lugar de reunión de un pueblo que rinde su fervoroso rezo, elevando su gratitud a la Virgen Morena, en tal forma que días antes del 12 de diciembre se ha impuesto la costumbre que verdaderos ríos de gente acude al Cerrito en donde convierten el paraje en una autentica romería a veces superando en visitas del pueblo a los templos de la Ciudad.

Es de destacar el hecho de que un descendiente de extranjeros, nacido en el vecino país del Norte, con costumbres y raíces diferentes a nosotros los Sonorenses, haya tenido la iluminación para crear la imagen sobre la piedra que posiblemente sea la única, con estas características, en toda la República Mexicana, o cuando menos fue la primera, y que privilegio que haya sido en esta ciudad.

Así como la narración de los Seminaristas, han nacido y crecido leyendas basadas en falsas teorías que año con año son contadas en las fechas en que se celebran las peregrinaciones al Cerrito de la Virgen, pero es de comentar el hecho de que en países ajenos al nuestro también crezca la fe y devoción por Nuestra Señora de Guadalupe, la Patrona de México y de América en general.

Gracias.

La foto fue tomada por emeerrezeta y aparece en el sitio http://mexico.pueblosamerica.com

Visto en: www.elpitic.com

2 comentarios en “El Cerrito de la Virgen de Hermosillo”

  1. no sabia la historia, de quien hab ia sido la persona que pinto a nuestra señora de guadalupe¡¡¡¡ me emociona mucho, todo lo que acabo de leer,pues me siento aun más identificada, como mexicana y me alegra y me da mucho gusto que gente de otros pais, tenga fe¡¡ por nuestras mexicanita¡¡ nuestra virgen de guadalupe, la cuál quiero y tengo mucha fe,porque les puedo contar todos los milagros que he resibido de ella¡¡ estoy muy agradecida con toda la familia de este señor por haber dejado en nuestro pais, a tan presiosa pintura,que tan bién hemos tenido la suerte de encontrarla por otros caminos, y también pintadita en cerritos. gracias a la familia del autor de esta pintura, y estamos muy agradecidos con toda la familia¡¡¡ gracias, gracias que dios los bendiga siempre

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